Salir a la calle libremente, pasear sin que nadie pregunte qué o quién orienta nuestros pasos. Detenernos en el momento que deseemos para mirar cómo pasean otros que, igual también se detienen a mirar cómo paseamos nosotros. Afortunadamente, lo habitual es que cada uno elija su propio momento para pararse.
O lo que es lo mismo, un lunático cubierto de excreciones fantásticas desarrolladas en sus episodios «alunizatorios». La luna, ese satélite que nos marea.
«Fumar mata. Qué caprichosas formas adopta el humo. Me gusta, sobre todo, dejar que el cigarrillo se consuma, al igual que se consume una tarde de domingo: sin que uno se de cuenta, se te escapa entre los dedos. Aspiro el hastío hasta la colilla».
¿Para qué quieres un piso, si puedes tener un minipiso móvil con el que ir a trabajar? Olvídate de los desplazamientos y de los madrugones. Nunca más volverás a estar lejos de la oficina. Tendrás tiempo de ir a comer a casa, echar una minisiesta y jugar al cinquillo. Lavable y disponible en una amplia gama de colores, para que haga juego con el logotipo de la empresa. Íntimo y acogedor. No te quedes sin el tuyo. (Lámpara no incluída).