PINTANDO CASTILLOS
Ahora que de verdad llega el día de navidad (lo de primeros de diciembre no cuenta), me gustaría proponeros un juego. Coged lápices de colores e intentad hacer una empalizada con ellos. Debe sostenerse en vertical sin añadir ningún adhesivo, clavos, chinchetas, grapas o cualquier otra cosa que la mantenga unida. ¿Imposible? Puede ser. Pero estoy seguro de que muchos hemos imaginado e incluso nos hemos atrevido a construir, cuando niños, castillos hechos de lápices. Los hemos dibujado con arquitecturas imposibles que se desmoronarían en el mundo real de los adultos. Pero para la imaginación no tienen demasiada importancia las leyes físicas. La imaginación oculta la sospecha de que tantos reyes magos, en tantos sitios a la vez, es imposible. Cuando uno empieza a sospechar, empieza a ser un poco como un adulto. Y así debe ser, porque en el mundo adulto no debemos confiar en la gente que te ayuda desinteresadamente y menos en los que juegan sólo por el placer de jugar. Se juega para ganar y las empalizadas y castillos se construyen sólidos, para que nadie pueda entrar y nos sintamos a salvo dentro de ellos. Eso sí, en navidad, les colocamos unas lucecitas que puedan verse desde lejos. Cada vez antes, sin sospechar que esa anticipación es inversamente proporcional a lo cerca que estamos, allí dentro, de nuestra niñez. Feliz Navidad
Foto: Scyza
Leave a Reply
Want to join the discussion?Feel free to contribute!