
Todos los ilustradores muestran alguna vez su proceso de trabajo. Bueno, pues yo no voy a ser menos. Aquí os dejo el proceso de alumbramiento de un dibujo para un proyecto personal.

Si tienes un blog, tienes que tener un moleskine. Hay muchas otras páginas sobre el tema (este cuadernito se puede comparar al ipod en lo que se refiere a dependencia del mismo). Pero cuidado, poseer uno de estos cuadernos es una gran responsabilidad. En ellos han abocetado o escrito genios como Picasso o Hemingway. Todo lo que anotas en ellos, podría pasar a la posteridad, o acumular polvo en una estantería de tu casa. Yo traigo una «The World’s Best Photos of Moleskine» del Flickr. Por cierto, que tengo que ir pensando en hacerme con ellos. Los que tengo están casi agotados y me angustia pensar en la posibilidad de no tener una página para garabatear a gusto… Ya no me vale cualquier cuaderno, igual que no me vale cualquier reproductor mp3. (¡Ajj, he caído en el lado snob del consumismo!).
Foto: Chris Piascik

En el área de descarga de este blog, «6dilly4dally», está disponible un archivo PDF con una selección de lo publicado. Es curioso, pero los dibujos adquieren nuevas dimensiones cuando comparten un espacio con otros…

Buscando por ahí, me he encontrado con una revista brasileña sobre ilustración. Es bastante interesante y puede descargarse desde su página web: Revista Ilustrar

Largo es el arte; la vida en cambio corta como un cuchillo.
Angel González, poeta

Rob Bailey es un ilustrador y músico británico al que merece la pena seguir la pista.

(…) Usando solamente la mano derecha, el teniente comenzó a cortarse el vientre de un lado a otro. Pero a medida que la hoja se enredaba en las entrañas, era rechazada hacia fuera por la blanda resistencia que encontraba allí. El teniente comprendió que sería menester usar ambas manos para mantener la punta profundamente hundida en su cuerpo. Tiró hacia un costado, pero el corte no se produjo con la facilidad que había esperado. Concentró toda la energía de su cuerpo en la mano derecha y tiró nuevamente. El corte se agrandó ocho o diez centímetros. (…)
Extracto del relato «Patriotismo», del libro «La Perla», Yukio Mishima

Hasta mis pies
¿cuándo y cómo has llegado,
caracolillo?
Tampoco yo
he encontrado un hogar.
Tarde de otoño.
Huye el rocío.
En este mundo sucio
no hago yo nada.
De no estar tú,
demasiado enorme
sería el bosque.
Kobayashi Issa (1762-1826)
