Ahora que viene la canícula, bajad las persianas, pero no del todo. Dejad que pase el sol lo suficiente para que dispongáis, una tarde de esas en las que no hay nada interesante en la tele, de un espacio para imaginar. Os recomiendo el libro «Hand Shadows to Be Thrown upon the Wall», de Henry Bursill, publicado en 1859. A través de maravillosas ilustraciones de estilo victoriano, Bursill nos explica como hacer vivir en la imaginación camellos, cisnes, conejos… Algunas fuguras son bastante difíciles de conseguir (tened cuidado con los calambres), así que seguro que os perdéis el telefilme de sobremesa o el documental sobre naturaleza. Pero, ¿quién necesita ver una película sobre animales si la puede fabricar uno mismo con las manos?