Un día, un pintor que había pintado casi todo, quiso pintar la vida y ésta escapó de su lienzo. «¡Quiero escaparme contigo!» Dijo el pintor a la vida. Y se fue con ella. Y allí sólo quedó su paleta y pinceles y su caballete con un lienzo en blanco.
Pero no para siempre,el lienzo en blanco esperó a su amado y volvieron a verse para contarle un montón de cosas nuevas que el pintor habia vivido.
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Pero no para siempre,el lienzo en blanco esperó a su amado y volvieron a verse para contarle un montón de cosas nuevas que el pintor habia vivido.